Hace un par de meses conocí a Mayte y Jorge a través de un amigo común, y me pusieron al día de lo que es Elkarbizi. Y no se si entre empresas surge el amor, pero algo parecido ocurrió entre Elkarbizi y Etikalia, la empresa que he puesto en marcha recientemente. Ambas tienen planteamientos comunes: ofrecer servicios de alto valor a los clientes, innovar en los procesos, deseo de tener un impacto positivo en la sociedad, profesionalidad, hibridación…, hasta el punto de estar ya planteando proyectos conjuntos que quizá pronto vean la luz. Un primer paso de este largo camino que espero que podamos recorrer juntos es esta invitación a hablar de Etikalia en este blog, por lo que estoy muy agradecido a Mayte y Jorge.
En el mes de junio abrimos Etikalia, una inmobiliaria especializada en alquiler a la que hemos apellidado “inmobiliaria ética” por sus particularidades, y que puede parecer chocante, vista la historia reciente del sector en el que trabajamos.
Desde el principio hemos querido diferenciarnos a dos niveles: servicio y valores. Lo más llamativo puede resultar cómo nos diferenciamos en cuanto a los valores. De entrada, somos una empresa sin ánimo de lucro, otra expresión que también parece contradictoria. No significa que renunciemos a los beneficios que puede aportar nuestra actividad, sino que esos beneficios no se reparten entre los dueños de la empresa, sino que se reinvierten en la empresa y podrían usarse, por ejemplo, para abrir más oficinas, generar empleo, mejorar salarios, atender situaciones de necesidad urgente de vivienda… Para cualquier cosa que se nos ocurra salvo para enriquecer a los propietarios.
Aunque trabajar con estos parámetros éticos nos hace muy felices tenemos muy presente que si algo nos va a permitir hacer clientes y alquilar viviendas es dar un servicio diferenciado, profesional y de calidad. Nuestra experiencia de más de 10 años creando y dirigiendo el programa Bizigune del Gobierno Vasco nos ha ayudado a crear ese servicio, buscando satisfacer las necesidades de las dos partes implicadas en un arrendamiento: propietarios e inquilinos. Así, conseguimos establecer relaciones en las que todas las partes obtengan beneficios, y hemos dado con una fórmula que parece mágica en la que ambos salen ganando económicamente. Si, parece imposible, pero se va a entender fácilmente.
Las ventajas que ofrecemos a los inquilinos (y la inversión que hacemos en publicidad para que nos conozcan) hace que sean muchos los que buscan una vivienda a través de nosotros. ¿Qué ofrecemos que no les da el mercado? La gestión gratuita. Ahora mismo tenemos 600 personas buscando viviendas con Etikalia, y cada mes se apunta más gente en nuestra web.
Disponer de una base de datos tan amplia nos permite alquilar rápidamente las viviendas, puesto que muchas veces tenemos antes al inquilino que a la vivienda. Como no vivimos del aire, a alguien tenemos que cobrar los honorarios, y en este caso se lo cobramos al arrendador. Pero al alquilar rápidamente, conseguimos que tenga su vivienda menos tiempo vacía y pueda sacarle un mayor rendimiento económico. Por lo tanto, nadie pierde y todos ganan: el inquilino no paga honorarios, el propietario que los paga los recupera al alquilar antes el piso que permanece menos tiempo inactivo y nosotros cobramos por trabajar en algo que nos gusta, que creemos que es necesario y que hemos comprobado que hace felices a las personas, tanto arrendadores como arrendatarios.
Un plus que ofrecemos también a los propietarios es que no les abandonamos una vez alquilada la vivienda, sino que les acompañamos a lo largo de todo el contrato para hacer posible que tengan un alquiler sin sobresaltos. Solemos resumirlo en la frase: “si les va bien a los arrendadores a nosotros nos irá bien; si les va mal, a nosotros también”. Esa implicación es la que nos permite generar confianza entre los propietarios y captar más viviendas para poner en alquiler.
Han pasado pocos meses desde que nos pusimos en marcha y es pronto todavía para hacer encuestas de satisfacción (y prontísimo para hacer cuentas), pero los primeros resultados son muy satisfactorios y realmente vemos que los clientes se van felices. Varios propietarios, tras alquilar su piso, nos han ofrecido otros inmuebles de los que no nos habían hablado en los primeros encuentros. Otros nos han dicho que ahora tienen inquilino pero que cuando se vaya no dudan que la gestión la harán con nosotros. Hay incluso inquilinos que nos han dicho que les hemos resuelto la vida, aunque si ha sido así, los méritos debemos compartirlos con los arrendadores.
Deja una respuesta